Hoy no es el día más alegre, aunque ya no me extraño. Todos los días me parecen iguales.
Hace poco nos enteramos de cómo le van las cosas a algunas personas de nuestra clase de toda la vida. Sé que es naïve pensar que a todos les va genial, pero ¿quién no desea lo mejor para aquell@s que compartieron tantas y tantas cosas durante 13 largos años? Pero aún sabiendo que has de ser realista, duele.
Duele que mires atrás y veas a esas personas jugando en el patio del colegio, sin más preocupaciones que desear que no suene el timbre para volver a clase, riéndose en clase o soplando las velas en algún cumpleaños...y ahora te centras en el presente y no los reconoces.
En fin, qué sé yo...sé que nada volverá a ser como antes. Sólo espero y deseo que cambien las cosas a mejor.
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