Wednesday, August 16, 2006

ODA en prosa A LA MUERTE DE LA MADRE TIERRA

Una figura extraña, difusa y débil sostiene mi corazón entre sus enclenques manos. Bajo un cielo oscuro y lúgubre, sólo mi voz es audible:
¡¡¡Noooo!!!- grito.
Pero caigo al suelo retorciéndome de dolor, pues las manos estrujan mi corazón con una fuerza inaudita.
El aire,...me falta el aire. La vida se desprende de mi, se eleva. Una risa retumba en mis oídos.
La sangre brota de mi pecho y los latidos se apagan cuanto más estrecha sus manos alrededor de mi corazón.
De repente, un aullido me devuelve a la vida. Mi corazón yace en el suelo. Me incorporo. No hay nada a mi alrededor salvo mi destrozado corazón. Un escalofrío recorre mi espalda. Recojo el corazón del frío suelo y lo guardo dentro de mi pecho.
La oscuridad del cielo permanece. La LUNA viene a mi con un halo rojo a su alrededor. Siento sabor a sangre en mi boca. Un gran pesar se apodera de mi ser. Caigo de nuevo al suelo de rodillas y lloro descontroladamente.
El suelo bajo mi cuerpo se desquebraja.
Yo sigo llorando y las lágrimas brotan sin cesar. Un gran charco me rodea. Pero es de un rojo intenso, pues estoy llorando sangre.
Ahora el suelo tiembla, se retuerce como lo hacía yo cuando mi corazón se moría.
Ya lo entiendo todo.
La MADRE TIERRA se está muriendo. Llora y llora y no obtiene respuesta ni consuelo.
Me despido con ella.

Nagore Moreno Rivas



No comments: