Saturday, September 16, 2006

DISCRIMINACIÓN POSITIVA



¿Por qué? Es la pregunta que me hago con mayor frecuencia. Hay tantas cosas que no entiendo, ni sé la causa de otras tantas. Odio esa impotencia, ese bloqueo mental que me impide actuar ante determinadas situaciones. Aunque a estas alturas ya no me planteo arreglar el mundo como opción. Hay tanto por hacer que me mareo sólo de pensarlo. Supongo que se acabará el mundo y aún quedará tanto por hacer…¡en fin! Hablábamos en clase sobre el machismo y el feminismo y de repente surgió el concepto, temido por unos y empleado como excusa por otros: DISCRIMINACIÓN POSITIVA. Todavía no estoy completamente segura de mi posición ante semejante idea. A veces pienso que resulta claramente opuesto emplear Discriminación y Positiva en la misma frase, ya que una es tan negativa que parece estúpido que estas dos palabras vayan juntas y signifiquen algo…sea bueno o malo.


Por otra parte está la tan de moda violencia doméstica. No paran de salir en las noticias maridos que han asesinado a sus esposas, o a sus ex…y aún sintiendo tal horror cada vez que se oye hablar de ello, al día siguiente vuelva a haber un caso nuevo. No sé si es posible erradicar este fenómeno para siempre pero sería uno de mis eslóganes si fuese miss américa…¡y no tanta paz mundial! Bromas a parte…es triste tener que chocarse de bruces todos los días con este tipo de situaciones, por no hablar de la inmigración masiva que está ahora en todos los rotativos de prensa. Una de las alarmas ha surgido al agitarse la coctelera en Francia, dónde nadie sabe cómo ni cuándo acabarán los disturbios.
Como dice Avril Lavigne en una canción: ¿Por qué es todo tan confuso? Puede que confuso no sea la palabra más correcta para toda la situación mundial, pero es cómo a mí me hace sentir ver tanto sufrimiento, injusticia, corrupción y desesperación todos los días en revistas, periódicos, televisión y radio. Confusa porque no entiendo cómo no se trata de resolver tantas cosas que van tan mal. Por lo visto, hasta que no ocurre alguna desgracia digna de mención y que afecte directamente a un país de los llamados del primer mundo nadie mueve un solo dedo. Cruel pero cierto. Así funciona este mundo que nos venden como perfecto quienes mandan con la mano derecha mientras que con la izquierda a la espalda llenan sus arcas.

Claro que cualquiera puede pensar algo como: ¡qué fácil es hablar y denunciar estas situaciones desde la comodidad de una habitación calentita! O también: ¡estas ideas sólo provienen de una niñata acomodada e idealista!
Bueno a aquellas personas que piensen esto…cada uno que piense lo que quiera, o ¿yo no estoy escribiendo lo que pienso? Pues eso. Tan sólo que se respeten mis ideas lo mismo que yo respeto las de los demás. No creo que sea tanto pedir.
Podría empezar como Émile Zola: YO ACUSO…pero la lista sería tan aburridamente larga que no lo haré…¿alguien se había asustado? NO HAY PELIGRO…no voy a acusar a nadie, cada uno debe saber si es culpable o no. (¡qué ingenua!)

El peligro…ummm! Bella y cautivadora palabra. ¿Quién no ha sentido como la adrenalina recorría todo su cuerpo embriagándole de una sensación tan indescriptible como excitante y por supuesto adictiva. Porque el peligro es de las emociones que se necesitan repetir, te susurra al oído que sí estás viva, no es una imaginación. Es en ese momento cuando sabes que necesitarás repetir y volver a degustar su sabor. Saber que caminas entre los vivos te hace asir las riendas de la vida con más fuerza, no quieres que se te escape, por eso y porque todos necesitamos tener el control. Sentir la vida y su elixir y poder decidir SI o NO son las cosas que nos hacen más fuertes. Ahí está la verdadera importancia del peligro, es algo que puedes escoge (aunque a veces venga por sí sólo) con los deportes de riesgo y ese tipo de actividades.
¿Por qué? No tengo la menor idea. ¿Alguien lo sabe?





Nagore Moreno Rivas

No comments: