Tras el visionado del documental, el estado mental es de shock. Parecen totalmente increíbles ciertas situaciones que nos muestra. Pero a la conclusión que rápidamente se puede llegar es que representa perfectamente la llamada “Cultura del Miedo”.
Es cierto que ese control que se ejerce ahora mediante el miedo no es algo nuevo, ya que la iglesia lo ha utilizado durante toda su historia para mantener controlada a la “plebe”, y a la vista están los resultados. Se produce la alienación de la sociedad siendo esta una consecuencia directa del orden y por tanto del control social que el gobierno y los medios de comunicación ejercen sobre esta sociedad, llamada de “consumo”.
Haciendo pensar que la constante vigilancia provocará la seguridad de los ciudadanos, se llega a un punto en el que la intimidad y, la consecuente libertad desaparecen dejando paso a un estado de alerta constante y a la privación de derechos, tales como la libre circulación y expresión de ideas, creyéndose que así se consigue el tan deseado orden social. Que no es otra situación que la de mantener controladas a las masas, y esto se consigue induciendo miedo hacia todo lo que no se puede controlar. Ese miedo impuesto y controlador limita el tan aclamado libre albedrío, la desconfianza crece a la misma velocidad que el planeta se desmorona por la polución. Ya no se mira a las personas de la misma manera, nadie sonríe si no tiene una razón de peso.
El miedo genera confusión y profunda desconfianza, lo que ocurre es que en vez de desconfiar de los gobiernos que mueven los hilos de nuestras vidas, nuestro recelo se centra en las minorías (los “moros”, los “negros”, los “rumanos”, los “latinos”, los “gitanos”, y así podría seguir durante líneas y líneas de grupos sociales). Porque, ¿quién no mira a su alrededor cada vez que camina por una calle en solitario? ¿Y esas miradas de sospecha en cualquier comercio hacia un/a latinoamericano/a? El video muestra este miedo hacia todo y todos los que no entran en los planes de vida a largo plazo de los gobiernos. El documental no muestra otros aspectos del miedo como son los valientes que se enfrentan a él. Aquellos que a pesar de sus miedos siguieron a delante con sus planes y que por ello terminaron siendo eliminados, casi siempre por otros que les tenían miedo. Esto nos hace recapacitar y descubrir como nuestras vidas se mueven gracias, o más bien, por culpa del miedo. Nadie da un paso sin temer las consecuencias de dar ese paso.
Y al final, sólo nos queda preguntarnos si el resultado de todo esto es que el miedo acabe imperando sobre la razón y el buen criterio que se supone deberíamos tener. Tal vez la completa alienación de la sociedad global sea el objetivo de los gobiernos. Así, todos controlados, sin rebeliones ni demasiadas preguntas ante hechos horribles. Porque sin preguntas incómodas no habrá respuestas estúpidas y sin fundamento que dar.
Es cierto que ese control que se ejerce ahora mediante el miedo no es algo nuevo, ya que la iglesia lo ha utilizado durante toda su historia para mantener controlada a la “plebe”, y a la vista están los resultados. Se produce la alienación de la sociedad siendo esta una consecuencia directa del orden y por tanto del control social que el gobierno y los medios de comunicación ejercen sobre esta sociedad, llamada de “consumo”.
Haciendo pensar que la constante vigilancia provocará la seguridad de los ciudadanos, se llega a un punto en el que la intimidad y, la consecuente libertad desaparecen dejando paso a un estado de alerta constante y a la privación de derechos, tales como la libre circulación y expresión de ideas, creyéndose que así se consigue el tan deseado orden social. Que no es otra situación que la de mantener controladas a las masas, y esto se consigue induciendo miedo hacia todo lo que no se puede controlar. Ese miedo impuesto y controlador limita el tan aclamado libre albedrío, la desconfianza crece a la misma velocidad que el planeta se desmorona por la polución. Ya no se mira a las personas de la misma manera, nadie sonríe si no tiene una razón de peso.
El miedo genera confusión y profunda desconfianza, lo que ocurre es que en vez de desconfiar de los gobiernos que mueven los hilos de nuestras vidas, nuestro recelo se centra en las minorías (los “moros”, los “negros”, los “rumanos”, los “latinos”, los “gitanos”, y así podría seguir durante líneas y líneas de grupos sociales). Porque, ¿quién no mira a su alrededor cada vez que camina por una calle en solitario? ¿Y esas miradas de sospecha en cualquier comercio hacia un/a latinoamericano/a? El video muestra este miedo hacia todo y todos los que no entran en los planes de vida a largo plazo de los gobiernos. El documental no muestra otros aspectos del miedo como son los valientes que se enfrentan a él. Aquellos que a pesar de sus miedos siguieron a delante con sus planes y que por ello terminaron siendo eliminados, casi siempre por otros que les tenían miedo. Esto nos hace recapacitar y descubrir como nuestras vidas se mueven gracias, o más bien, por culpa del miedo. Nadie da un paso sin temer las consecuencias de dar ese paso.
Y al final, sólo nos queda preguntarnos si el resultado de todo esto es que el miedo acabe imperando sobre la razón y el buen criterio que se supone deberíamos tener. Tal vez la completa alienación de la sociedad global sea el objetivo de los gobiernos. Así, todos controlados, sin rebeliones ni demasiadas preguntas ante hechos horribles. Porque sin preguntas incómodas no habrá respuestas estúpidas y sin fundamento que dar.
Nagore Moreno Rivas
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